Pintura de Lorenzo Moya, Chile |
Silencios aplacados
con silencios
Las mejillas como salvavidas
Él entrega sus bordes, ella
sus bordas
Náufraga con náufrago
Él de sus espejos
Ella de no ver
Algo pasa en alta mar
Se van en una barca
niña
La marea viva
los arrastra
y despoja de olvido
Abordan
se abordan
se desbordan
Aguanieve y aguaviento
Algo sucede en la umbría
Algo que los hace mirar
Pero no se devolverán
no regresarán
al destino, al destino
Naúfrago y naúfraga agarrados al tablón, a veces se sujetan el uno al otro y otras tratan de que se suelte y viaje al fondo donde las Ofelias susurran cantos de caracolas.
ResponderBorrarTodo es una incógnita, sólo eso.
Besos
Alguna vez este poema fue echo canción. Fue muy emocionante escucharlo en voz de un buen cantor, con guitarra, traversa y contrabajo, que hacía las veces de ruido marino.
ResponderBorrarPor desgracia, perdí el cd con la grabación. Pero me quedó ese recuerdo.
Al final, todos los amores son entre náufragos.
¿O no?